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El rostro de Thomas está empapado en sudor, sus ojos se encuentran totalmente salidos de sus cuencas, una expresión de terror cambia por completo su cara. Mueve sus ojos de un lado a otro y de arriba a abajo muy rápidamente. Thomas está de pie en un espacio completamente negro, él único que podemos ver en medio de la nada. Se escucha un constante zumbido que inunda la atmósfera de este misterioso lugar. De repente, Thomas ve una puerta de madera, color blanco y de aspecto antiguo.

Junto a la puerta, él ve una figura muy grande y robusta con múltiples extremidades por todo su cuerpo moviéndose que desprende de sí un ruido similar a la interferencia de un televisor.

Esta entidad lo rodea con todas sus extremidades hasta que Thomas queda completamente cubierto por ellas. Cuando está a punto de envolverle la cara Thomas despierta.

       - Ugh, ha sido solo una pesadilla.

FIN

Duerme una siesta: Bienvenido
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