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Thomas recuerda que en el llavero dónde guarda las llaves de su casa tiene una copia de la casa de sus padres para cualquier emergencia. 

Saca las llaves de su bolsillo y abre la puerta.

       -¿Mamá?... ¿Papá?... ¿están aquí?

Nadie responde al llamado de Thomas. Las ventanas que dan al patio interno  de la casa están abiertas y las cortinas se alzan al son del viento.

En la cocina se escucha un ruido que llama la atención de Thomas.

Mientras va hacia la cocina caminando lentamente algo sigue sus pasos sigilosamente...

       - ¡Hijo, al fin llegaste!

       - ¡Mamáááá! que son esas formas de recibirme casi me matas del susto. Y tú papá como le sigues la corriente...

       - Ay hijo ya sabes como somos, nos gusta bromear contigo.

FIN

Tener llaves: Bienvenido
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