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Poco a poco el zumbido del mundo onírico invade su realidad. Este sonido comienza a incrementarse hasta envolverlo por completo como una sábana helada, pero ahora hay un sonido más. Este sonido se asemeja a la interferencia de un televisor que se acerca aceleradamente hasta llegar justo detrás de su cabeza.

Finalmente, todo se queda en silencio de golpe. Thomas cierra sus ojos con mucha fuerza y abruptamente. 


Thomas se encuentra de nuevo en un lugar oscuro e infinito. Lo único que se puede ver es la antigua puerta blanca. Inmediatamente inclina su cabeza y se percata de que la llave está aun en una de sus manos. Thomas tiembla y ahora está apretando la llave, aferrándose a ella con terror. Lentamente se acerca a la chapa de la puerta y con sus manos temblorosas usa la llave para abrirla.


El cuarto de Thomas está completamente vació, con las maletas y la ropa aún tiradas por todo el suelo. La sala, se encuentra también vacía, a oscuras y con el televisor prendido sin emitir ningún sonido. El pueblo ahora está completamente vació, sin ningún habitante y en un silencio fantasmal. 


La casa ahora se encuentra completamente vacía. La puerta de la entrada principal es abierta, entra una pareja de adultos vestidos de negro, como si vinieran de un funeral. La mujer llora desamparada y sube las escaleras. El hombre, melancólico, deja varios objetos sobre la mesa, entre ellos. un retrato de Thomas con el texto:

"Que en paz descanse. 1997-2020"

FIN

Tomar la llave: Bienvenido
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